Bestiario: generación de criaturas y desarrollo del imaginario

Encargo: Generación de un bestiario: un compendio ilustrado de bestias que, originalmente, describía seres reales (aves, plantas, mamíferos, reptiles, etc) o fantásticos (sirenas, grifos, dragones, centauros, entre otros). La temática era de elección personal.

Haglundra

Las haglundras surgieron de los cuerpos de las mujeres fallecidas en guerra al haber quedado desprotegidas tras la partida de sus maridos. Su espíritu de venganza y odio hacia quienes las dejaron indefensas, consumió a las aves que devoraban sus cadáveres, fusionándose con ellas.

Fueron relegadas a sectores montañosos, donde se alimentan de animales pequeños, y en ocasiones de  humanos que se aventuran en sus territorios. Sus cuerpos continúan descomponiéndose hasta que son incapaces de moverse debido al desmembramiento.

Henvadra

Las henvadras solían ser ninfas de agua que habitaban ríos y lagunas. Con sus cantos y atributos atraían a hombres desprevenidos para luego devorarlos. Sin embargo, una vez  conocida su existencia, los humanos prohibieron el acceso al sector.

Desprovistas de alimento e incapaces de abandonar las aguas debido a su anatomía (mitad humana, mitad pez), comenzaron a ocultarse entre hojas, ramas y raíces, mimetizándose con el paisaje. Con un chillido desgarrador paralizan animales y humanos, que desconocen su existencia, y se aventuren muy cerca de la orilla.

Slukanda

La slukanda es un espíritu que vaga por los cementerios. Porta una cuerda creada a partir de sus cabellos, con la que se amarra de los seres humanos que pasan cerca de ella. Durante días se aferra a la persona, y con un chillido en el oído del desdichado, anuncia que ha consumido el alma por completo, alejándose del cadáver.

Continúa viviendo en los hogares de sus víctimas hasta que no quedan almas de las que alimentarse; es sólo en ese momento que sacará su cuerda para aferrarse a un nuevo festín.

Título: In Extremis

Autor: Danielle Le Cerf V.

Técnica: Acrílicos, tiralíneas y lápices de colores

Medidas: 21 x 24 cms

La muerte es una temática común a toda la humanidad, cuya representación varía de una cultura a otra. La mitología da forma al fin de la vida y los miedos que despierta en cada individuo; en ocasiones, disfrazándola con un manto de inocencia o de seducción. Las culturas escandinavas situaban a los dioses por sobre todo, dejando los asuntos más terrenales a criaturas creadas a su servicio. Un elemento bastante recurrente, particularmente en los países nórdicos,  era el anuncio de la muerte mediante la figura femenina: joven y hermosa.

¿Cómo es posible que el vaticinio del último respiro, del fin de lo conocido, sea amortiguado por la sensualidad y embrujo de una bestia que (desde un puto de vista actual) no es más que la cosificación de la mujer? ¿Por qué no presentar la muerte como el horrible momento que la sociedad ha incrustado en la mente del colectivo? ¿Por qué no enfrentar al hombre a los horrores de estas criaturas parte humano, parte animal?

La fusión de características de las siguientes criaturas femeninas de la mitología griega, eslava y escandinava, dio vida a bestias poseídas por el odio y el rencor,  nada atractivas y sedientas de sangre.

-Harpía: hijas de Electra y Taumante en la mitología griega, eran mitad ave de rapiña y mitad mujer. Controlaban tormentas, vientos, remolinos, y se decía que eran causantes de la muerte súbita.
-Baba Yaga: bruja de la mitología rusa, guardiana del límite entre los vivos y los muertos. Comía niños y en ocasiones adultos.
-Huldra: criatura de gran belleza de aspecto humano, con cola de vaca, cuya espalda lucía como un tronco podrido. Habitaba los campos escandinavos y tenía relaciones sexuales con los hombres con que se topaba.
-Rusalka: Ninfa de agua eslava que habitaba en arroyos y estanques. Seducía a los hombres con su canto y los ahogaba. Se decía que su risa también podía causar la muerte.
-Banshee: o “mujer de los túmulos”, era un espíritu femenino irlandés que anunciaba la muerte con sus gemidos.
-Kikimora: Espíritu eslavo que habitaba los hogares. Surgía de los espíritus de los niños muertos no bautizados o fetos abortados. Se dice que las kikimoras nacidas de un aborto llegarán en busca de la madre cuando esta muera para llevarla al infierno.

El imaginario de este bestiario surge de la observación  de ilustraciones de Claudio Romo, David Petersen, Tim Switalski  y representaciones medievales clásicas; además del estudio y análisis de  “Bestiario del Reyno de Chile” de Lukas, “Codex Seraphinianus” de Luigi Serafini, y “Los Caprichos” de Francisco de Goya; y finalmente, de la lectura de “Introducción a la mitología griega” de Carlos García Gual, “La vinculación de lo femenino con la muerte, en la representación masculina” de Liliana Felludo, y mitos en sitios web y blogs como “Historia yleyendas.com”,  “Seres mitológicos.net”, “Sobre leyendas.com” y Wikipedia.

Como nota final, cabe mencionar que el título "In extremis" corresponde a una locución latina que significa "en los últimos momentos", y que se emplea para referirse a una situación que está a punto de finalizar o a una persona que está a punto de morir. El título no alude a las bestias sino a sus víctimas y el horror de enfrentar la muerte como se ha descrito anteriormente.

Bocetos: